Las treguas, según Israel: yo sigo matando, los muertos tienen la culpa
Una historia de incumplimiento sistemático de compromisos / Día de Solidaridad con Palestina / Lectura con el poeta palestino Samer Abu Hawwash
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Jueves en Rompeviento TV de 10 a 11 de la mañana.
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Eventos por el Día Internacional de Solidaridad con Palestina
Sábado. Jornada global de protesta
Sábado. Taller “Papalotes por Palestina” para infancias y familias
Domingo. Jornada por Palestina en el Teatro Bar El Vicio
Un domingo completo de actividades: teatro, cine, música, poesía, testimonios desde Gaza, exposiciones, rincón de lectura para niñes, deliciosa comida de la familia Abed y venta de productos solidarios.
Los donativos serán entregados a distintos grupos y personas en Palestina.
Teatro Bar El Vicio (calle Madrid 13, Coyoacán, CDMX).
Donativo sugerido $150
Organizado por Judíes por una Palestina Libre, Doikait y Colectiva Tadamon.
A las 19 horas, moderaré una charla de la Flotilla Global Sumud en la que estarán Sol González Eguía y Ernesto Ledesma, navegantes del Mediterráneo que sufrieron el secuestro por Israel, además de dos integrantes de la Flotilla de Tierra.
Después participaré en la mesa de periodismo sobre la actualidad Palestina junto a Pedro Miguel, Hermann Bellinghausen, Violeta Núñez y Ernesto Ledesma.
Lunes. Lectura con el poeta palestino Samer Abu Hawwash
Rumbo a la FIL de Guadalajara, el poeta palestino Samer Abu Hawwash hará una lectura en árabe con la traducción del académico palestino Shadi Rohana. Yo participaré como presentador.
Además, estará presente el escritor iraquí Samuel Shimon, director de la revista de literatura árabe moderna Banipal.
Contenido:
* VIDEO: Fuerzas israelíes atacan hogares palestinos con “agua de zorrillo”
* La Fundación Humanitaria de Gaza desaparece (tras matar y herir a miles de personas)
Artículo principal:
Las treguas, según Israel: yo sigo matando, los muertos tienen la culpa
No son solo Netanyahu y sus socios los que no tienen palabra: la historia de Israel es de incumplimiento sistemático de sus compromisos
* VIDEO: Fuerzas israelíes atacan hogares palestinos con “agua de zorrillo”
En tiempos de baja intensidad de violencia en los territorios palestinos, el arma no letal más temida es el “agua de zorrillo”: un líquido que disparan con cañones contra los activistas. Desde las primeras veces en que fui a manifestaciones, me advirtieron que si eso me tocaba, tendría que tirar la ropa y rasurarme todo el pelo del cuerpo, y de cualquier forma pasarían semanas antes de que alguien me permitiera acercarme.
Este video es del 24 de octubre: en las calles de Jerusalén Oriental, como en otras partes de Cisjordania, las fuerzas israelíes prueban diversos métodos para convencer a la población palestina de que se marche. Uno de ellos es lanzar agua de zorrillo contra los hogares.
El diario turco Yeni Şafak cita a un residente que dijo: “Soy de Jerusalén. No te imaginas lo asqueroso que huele esta agua. Y solo desaparece después de muchos días. Si te toca el cuerpo, debes esconderte al menos una semana”.
La Fundación Humanitaria de Gaza desaparece (tras matar y herir a miles de personas)
“Estamos reduciendo nuestras operaciones ya que hemos tenido éxito en nuestra misión de demostrar que hay una mejor manera de entregar ayuda a los habitantes de Gaza. La FHG fue la única operación de ayuda que proporcionó de manera confiable y segura comidas gratuitas directamente al pueblo palestino en Gaza, a gran escala y sin desvíos”.
Esto declaró el lunes John Acree, director ejecutivo de la Fundación Humanitaria de Gaza, un grupo creado por Israel después de expulsar a las organizaciones internacionales de ayuda humanitaria para reemplazarlas mientras completaba el bloqueo e imponía la hambruna que ha devastado a su población.
Sus cuatro puntos de distribución, que abrían solo unos minutos cada día y eran operados por mercenarios y protegidos por soldados israelíes, se convirtieron en galerías de tiro al blanco en las que masacraban a las desesperadas multitudes de hambrientos.
En agosto, 28 expertos de la ONU pidieron el desmantelamiento de la FHG, calificando el plan de “ejemplo absolutamente perturbador de cómo la ayuda humanitaria puede ser explotada para agendas militares y geopolíticas encubiertas, en grave violación del derecho internacional”.
Se calcula que 2 mil 616 personas murieron a tiros al tratar de obtener ayuda de la FHG y que al menos 19 mil 177 fueron heridas.
“Desde el principio, el objetivo de la FHG fue satisfacer una necesidad urgente, demostrar que un nuevo enfoque podía tener éxito donde otros habían fracasado y, en última instancia, transferir ese éxito a la comunidad internacional en general”.
Palabras de John Acree.
Artículo principal:
Las treguas, según Israel: yo sigo matando, los muertos tienen la culpa
No son solo Netanyahu y sus socios los que no tienen palabra: la historia de Israel es de incumplimiento sistemático de sus compromisos
Por Témoris Grecko
Primero atacaron un vehículo con un misil, que mató a cinco personas y dejó más de 20 heridos, la mayoría niños, en Rimal, un barrio de Ciudad de Gaza, en el norte de la franja.
Después mataron a cuatro personas más en Al Naser, al oeste de Ciudad de Gaza.
Después dispararon contra una vivienda en Deir el Balah, en la zona central de la Franja. Y contra una más en el campo de refugiados de Nuseirat.
En total, este sábado asesinaron a 21 personas e hirieron a 83.
¿Por qué atacó Israel si desde el mediodía del 10 de octubre, hace mes y medio, rige un cese al fuego?
En un comunicado, el primer ministro Netanyahu acusó a Hamás de una “flagrante violación del cese al fuego”, que era la de haber “enviado a un terrorista” para atentar contra soldados israelíes. “En contestación, hemos eliminado a cinco terroristas de Hamás”.
¿Dónde? ¿Cerca de Rimal? ¿De Al Nasser? ¿De Deir el Balah, de Nuseirat?
No sintieron que había que precisar el lugar. Ni que ofrecer pruebas. O explicar cómo sabían que era un terrorista. Bueno, ni el nombre del presunto “terrorista”.
Mucho menos indicaron por qué su alguien supuestamente había hecho algo que no ls gustó, había que asesinar a los “cinco terroristas” que mencionaron… o a los 21 que al final mataron, con los 83 heridos.
Para Israel es tan sencillo como hablar de algo nebuloso para justificar masacres.
Y culpar a las víctimas.
En realidad, Israel entiende que un cese al fuego no es dejar de disparar, sino de reducir levemente la intensidad de su fuego mientras acusa a los contrarios de violar la tregua. Aunque todos los muertos caigan del lado contrario.
En el pensamiento israelí, ellos no tienen por qué cumplir los compromisos que firmaron. Como lo dijo, este mismo sábado, el propio Netanyahu:
“Hamás sigue violando el alto el fuego y estamos actuando en consecuencia sin depender de nadie.
Todo lo que dicen de que ‘debemos obtener la aprobación’ de una u otra entidad es simplemente una mentira absoluta”.
Violaciones de Israel
Según la Oficina de Medios de Gaza, Israel violó el acuerdo de alto el fuego al menos 393 veces entre el 10 de octubre y el 20 de noviembre:
Mató al menos a 312 personas.
Hirió a 760.
Secuestró a 35.
Disparó contra civiles 113 veces.
Allanó zonas residenciales en 17 ocasiones.
Realizó 174 ataques con bomba.
Demolió 85 propiedades.
Solo el 29 de octubre, Israel mató a 109 personas, incluidos 52 niños, después de un intercambio de disparos en Rafah que mató a un soldado israelí.
Además, Israel se comprometió a permitir el paso de 60 tráileres diarios de ayuda humanitaria cada día, que urgen para paliar la hambruna.
Del 10 de octubre al 20 de noviembre, debieron haber entrado 25 mil 200 tráileres.
Solo dejaron pasar 5 mil 037, la quinta parte, según el Panel de Monitoreo y Seguimiento UN2720.
Esta gráfica muestra con círculos los días en que Israel atacó Gaza durante el cese al fuego: 35 de 42 días, hasta el 21 de noviembre. Todos los días subsecuentes siguió lanzando operaciones con decenas de muertos.
Violaciones de Hamás
El 13 de octubre, según el acuerdo de alto el fuego, Hamás liberó a los 20 cautivos israelíes restantes vivos a cambio de 250 palestinos que cumplen largas condenas de prisión y de 1,700 palestinos desaparecidos por Israel desde el 7 de octubre de 2023.
Además, debía entregar los cadáveres de 28 cautivos israelíes a cambio de 360 cuerpos palestinos retenidos por Israel.
Sin embargo, los últimos han sido difíciles de hallar. Hamás dijo que para localizarlos, hacía falta personal y equipo para remover toneladas de escombros derribados por los bombardeos israelíes. Netanyahu simplemente denunció una violación al acuerdo.
Hasta ayer, faltaban los cuerpos de tres israelíes. Hoy miércoles, uno de ellos fue entregado. Quedan dos.
En cualquier caso, Israel se reserva y ejerce a discreción el derecho a disparar “sin depender de nadie ni obtener aprobación”, como dijo Netanyahu. El plan de Donald Trump autoriza a las tropas israelíes a seguir ocupando el 53% de Gaza hasta que Tel Aviv se dé por satisfecho con el cumplimiento palestino, lo cual es improbable que ocurra.
Y si ocurriese, la Franja de Gaza es tan pequeña, y sobre todo, es tan estrecha (de 6 a 13 kilómetros de ancho), que si Israel retira las tropas a la frontera, siempre estará en condiciones de alcanzar con sus proyectiles en segundos cualquier punto del territorio que, además, en su totalidad seguirá siendo vigilado 24 horas al día por los drones artillados israelíes.
1,200 ataques terrestres y aéreos en Líbano
El domingo, Israel asesinó en Beirut a Haizam Ali Tabatabai, número dos del partido libanés Hezbolá. Esto, a pesar de que el cese al fuego en ese frente de conflicto ya cumplió un año.
La ONU ha documentado casi 10 mil violaciones israelíes a la tregua, incluyendo ataques sistemáticos que amenazan la paz. El Relator Especial de las Naciones Unidas sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, Morris Tidball-Binz, condenó ataques letales en áreas pobladas, como el que este 18 de noviembre mató a 12 niños y dos adultos en el campamento de refugiados palestinos de Ein el-Hilweh.
Además, Israel atacó a cascos azules de UNIFIL, como el tanque que disparó cerca de una patrulla el 16 de noviembre, violando la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad.
Y entre otras denuncias documentadas, Amnistía Internacional informó que Israel lleva a cabo una destrucción extensiva de infraestructuras civiles y tierras agrícolas en el sur de Líbano.
El ejército israelí afirma que ha realizado 1,200 incursiones terrestres y aéreas contra Hezbolá desde el cese al fuego. Según Tel Aviv, estas acciones han matado a más de 340 personas que eran miembros de Hezbolá y se justifican porque el acuerdo permite acciones para impedir que sus enemigos se rearmen.
Los permite, según su interpretación, solo en el caso de Israel, que considera que tiene derecho a atacar pero sus contrarios no lo tienen a defenderse.
Fragmentar Siria
Aunque el régimen derrocado de los Al Assad tenía un acuerdo de cese al fuego que se había sostenido desde 1974, y que el nuevo gobierno de Ahmed al Sharaa se había comprometido a respetar, Israel ha realizado cientos de ataques aéreos en Siria desde diciembre de 2024.
Ni siquiera la adopción de Al Sharaa por Donald Trump, quien se reunió con él y lo describió de manera elogiosa, le ha ganado una tregua a Siria, que además de su territorio ocupado del Golán tiene otra parte recientemente invadida por tropas israelíes en el sur del país.
Israel justifica sus acciones como neutralización de amenazas de grupos respaldados por Irán y protección a la minoría drusa.
En Israel, gobierno y oposición quieren guerra
En realidad, el objetivo de Tel Aviv es construir una “zona colchón” controlada por sus tropas y sobre todo mantener al gobierno sirio en una situación de inestabilidad permanente, con el riesgo de que el país sea fragmentado por distintas milicias y grupos étnicos rivales.
Para Israel, su seguridad necesita una Siria débil y dividida. Lo mismo en Líbano, aunque sería mejor si pudiera eliminar totalmente a Hezbolá y controlar a las demás sectas y facciones.
En el caso de Palestina, el acuerdo de Trump no le pone límite alguno en Cisjordania, por lo que puede proseguir con su campaña de anexión y de encierro de la población en bolsones urbanos; mientras que en Gaza, los líderes israelíes no renuncian a sus objetivos maximalistas de expulsar a los habitantes para recolonizarla.
En el gabinete de Netanyahu, Bezalel Smotrich (ministro de Finanzas) e Itamar Ben Gvir (ministro de Seguridad Nacional) han encabezado la oposición a seguir el plan Trump, que Smotrich rechazó como “anticuado y un retorno a la concepción de Oslo, un error histórico perdido”, y amenazó con abandonar el gobierno si se acepta un cese al fuego que deje a Hamás en el poder.
Ben Gvir, por su parte, declaró: “No existe tal cosa como un pueblo palestino, no aceptaremos un ‘Estado terrorista’”, y exigió a Netanyahu que deje claro que Israel no permitirá un Estado palestino en ninguna forma.
Si salen de la coalición, el gobierno caerá y Netanyahu debería convocar a nuevas elecciones que, según indican las encuestas, perdería con distancia. Perder el poder lo pondría a un paso de la cárcel, pues enfrenta tres procesos judiciales por fraude que solo ha podido contener gracias al puesto que detenta (el propio Trump ha pedido el indulto para su aliado).
De manera que, desde la perspectiva de Netanyahu, Smotrich y Ben Gvir son irrenunciables.
Pero incluso entre sus rivales políticos predominan los tambores de guerra. Benny Gantz, quien representó a la oposición en el gabinete de guerra que funcionó durante 2024, aboga por una actitud de dureza. Tras los bombardeos israelíes del 19 de octubre de 2025, que mataron a 45 palestinos pero que fueron justificados acusándolos de incumplimiento, Gantz tuiteó:
“Hamás violó el acuerdo hoy y puso a prueba al Estado de Israel, y, al igual que en el Líbano, no debemos ceder. Todas las opciones deben estar sobre la mesa, incluyendo la vuelta a las maniobras. No debemos volver al 6 de octubre”.
Y Neftali Bennett, jefe de otro partido opositor, declaró:
“Hamás ha retomado el control de Gaza y continúa perjudicándonos con el objetivo de destruir el Estado de Israel. Hamás debe ser destruido”.
En todo caso, aunque el acuerdo de paz prevé la autodeterminación palestina, Netanyahu ha sido enfático para que no queden dudas
“No habrá Estado palestino”.
Sin importar los compromisos que asumió.
No es solo Netanyahu: Israel tiene una historia de incumplimiento sistemático de compromisos
Si Netanyahu y los líderes israelíes contemporáneos se han creado un historial propio de incumplimiento de los acuerdos que firman, en realidad no hacen ningún tipo de innovación y se alinean con los antecedentes de su país.
Israel incumple sus compromisos por sistema.
Siempre tiene justificaciones, acusaciones y ardides para justificarse. Siempre hay alguien más a quien culpar.
El siguiente recuento, que parece largo pero en realidad es muy breve, lo muestra:
En 1956, Israel violó el Armisticio de 1949 al invadir y ocupar la península del Sinaí en colusión con Gran Bretaña y Francia, provocando la Crisis de Suez. Solo se retiró bajo presión de Estados Unidos. Israel justificó esto como respuesta a bloqueos egipcios pero en realidad se trató de una desastrosa maniobra de Londres, París y Tel Aviv para arrebatarles a los egipcios el control del Canal de Suez.
En 1967, Israel lanzó un ataque sorpresa contra Egipto y Siria, violando otra vez el Armisticio de 1949, a pesar de saber que Egipto no representaba una amenaza inminente, según documentos históricos. Tel Aviv dijo que fue en autodefensa, pero reportes de la ONU y análisis posteriores lo describen como una violación flagrante. La Resolución 242 de la ONU exigió que Israel se retirara de los territorios que ocupó ―Jerusalén Oriental, Cisjordania, Gaza y el Golán sirio― pero, engendrando el conflicto que ha costado tanta sangre de unos y otros, 58 años después sigue rehusando acatarla.
En 1973, tras un cese al fuego mediado por Washington y Moscú para terminar la guerra de Yom Kippur, Israel violó el acuerdo (con autorización secreta del secretario de Estado de EEUU Henry Kissinger), lanzando un ataque que rodeó al Tercer Ejército Egipcio. Esto provocó una crisis diplomática que llevó a alertas nucleares.
En 1978, Israel invadió el sur de Líbano en la Operación Litani, violando acuerdos implícitos de no agresión, en respuesta a ataques palestinos desde Líbano. La ONU condenó la acción. Israel se retiró parcialmente pero mantuvo presencia hasta 2000.
Entre 1981-1982, bajo el ministro de Defensa Ariel Sharon, Israel violó repetidamente un cese al fuego de nueve meses mediado por la ONU con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en Líbano, provocando respuestas para justificar una invasión mayor que mató a más de 17 mil libaneses. En 1982, tras la salida de combatientes de la OLP de Beirut bajo un cese al fuego mediado por EEUU, Israel violó los términos al avanzar para darles cobertura a sus aliados falangistas, que invadieron los campamentos de refugiados palestinos de Sabra y Shatila, donde masacraron a entre 800 y 3 mil 500 civiles mientras soldados israelíes observaban.
En los años siguientes, Israel violó treguas, acuerdos e incluso procesos de negociación en los que mató a sus interlocutores, como el líder de la OLP Khalil al-Wazir, en Túnez, en 1988.
En 2001-2002, asesinó a Mahmoud Abu Hanoud (de Hamás, en noviembre 2001) y Raed Karmi (de Fatah, en enero 2002), rompiendo ceses al fuego acordados y provocando respuestas violentas. En julio de 2002, un bombardeo en Gaza mató a 14 civiles junto a un líder de Hamás, cancelando una tregua inminente.
En 2006, durante su invasión a Líbano, Israel violó el cese al fuego establecido por la Resolución 1701 de la ONU (14 agosto) con ataques aéreos y terrestres, incluyendo un asalto en el Valle de Beqaa (19 agosto) y sobrevuelos diarios, denunciados por el Secretario General de la ONU Kofi Annan. Como ahora, Israel los justificó como prevención de rearme de Hezbolá.
En 2008, violó el cese al fuego que pactó en junio solo cinco meses después, en noviembre, al invadir Gaza y matar a seis miembros de Hamás. Después lanzó la Operación Plomo Fundido (2008-2009), que mató a unos 1,400 palestinos. Hamás no había disparado cohetes. Lo hizo después de los primeros ataques israelíes.
En 2011, Israel rompió una tregua de dos meses al matar a cinco miembros de Yijad Islámica en Gaza, violando un acuerdo egipcio y matando a nueve personas.
En 2012, nuevas violaciones incluyeron los asesinatos de Zuhair al-Qaissi (de los Comités de Resistencia Popular, en marzo) y de Ahmed Jabari (de Hamás, en noviembre), rompiendo un cese al fuego y llevando a la Operación Pilar de Defensa, con 171 palestinos muertos. Tras un nuevo cese al fuego, Israel cometió 191 violaciones en dos años.
En 2014, durante la Operación Margen Protector, Israel aceptó ceses al fuego humanitarios que después rompió. Después de entrera en vigor un cese al fuego, Israel mantuvo el bloqueo de Gaza, violando el compromisos de apertura de fronteras, y realizó incursiones bélicas.
En 2021, Israel violó un cese al fuego dos veces en un mes tras su ofensiva de mayo, bombardeando áreas en Gaza.
En 2025, el 19 de enero de 2025 entró en vigor un cese al fuego que preveía el intercambio de rehenes, la entrada de ayuda humanitaria y avanzar hacia una paz duradera. Sin embargo, Israel incumplió repetidamente el acuerdo (fuentes palestinas y de la ONU indican al menos 962 violaciones entre el 19 de enero y principios de marzo, superando las mil a mediados de mes), mientras Netanyahu y sus ministros Smotrich y Ben Gvir debatían públicamente en qué momento romper los compromisos adquiridos.
Entre el 19 de enero y el 17 de marzo, el tiempo que duró la tregua, Israel mató al menos a 170 personas y solo permitió la entrada diaria del 70% de los tráileres de ayuda humanitaria que debía dejar pasar. Ese 17 de marzo, rompió el alto al fuego de manera contundente, con ataque que mataron al menos a 404 civiles (incluidos 170 niños y 80 mujeres) e hirieron a unos 660.
Cuando se habla de llegar a acuerdos con Israel, los observadores deben considerar que el lado palestino conoce muy bien estos antecedentes y los está tomando en cuenta.
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