El bueno, el malo y el feo: Israel y su manejo de la percepción
Ponencia que presenté en el Foro Internacional Tawasol en Estambul, Turquía
Este jueves entraremos a Siria
Regresaré a Alepo, por mera coincidencia, justo el día del 12º aniversario de que Andoni, Balint y yo fuimos liberados tras nuestro secuestro en esa misma ciudad. Les contaré más sobre esto en unos días.
La fecha está determinada por una charla que daré antes en el centro cultural de mi querido amigo Ítalo y su pareja Cornelia en Balat, en la parte de Estambul que fue la antigua Constantinopla.
A Siria, vamos Ítalo, nuestro colega Andrea y yo.
Vamos a abrir una campaña de financiamiento colectivo de esta cobertura independiente, como las que sostuvieron nuestro trabajo en Palestina en 2023 y en Haití y Líbano en 2024.
¡Ya se han adelantado a contribuir Juan Aguirre Abdó y Rayén Burdiles; la familia Laks Castañeda y Laura Griselda Aguilar; además de que Ximena Santaolalla Abdó refrendó su mecenazgo especial 🤗🤗🤗!
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En Gaza, los sobrevivientes celebran el cese al fuego que ya les permite a los niños descansar sin temer que Israel los asesine con un misil mientras duermen. Pero fuerzas dentro del gobierno de Israel conspiran para que solo sea una pausa breve y reanudar el genocidio. No es posible confiarse.
Mientras esto ocurría en Levante, este domingo participé en Estambul en el IV Foro Internacional Palestina para Medios y Comunicación Tawasol. El periodista brasileño Breno Altman, la actriz rumana Nicole Jenes y yo dimos el taller "Enfrentando la desinformación de la ocupación con un enfoque estratégico integral".
No hubo transmisión de estos eventos Lamentablemente, la verdad.
Así que traduzco y comparto el texto de base de mi presentación:
EL BUENO, EL MALO Y EL FEO
HECHOS Y VERDADES PALESTINOS PARA CONFRONTAR LA GESTIÓN DE LA PERCEPCIÓN QUE PRACTICA ISRAEL
En mi vuelo de Ciudad de México a Estambul, tenía demasiadas opciones de películas para ver en la pequeña pantalla de mi asiento. Todas eran basura. Terminé eligiendo una comedia de acción:
“The Ministry of Ungentlemanly Warfare” (“El Ministerio de la Guerra No Caballerosa”, Guy Ritchie, 2024) trata sobre las operaciones de un comando de las fuerzas especiales británicas en la Segunda Guerra Mundial.
En esta película de exhibiciones ultraviolentas, se espera que el público crea que los nazis son malos solo porque se los describe como malos. Sin embargo, no los vemos matar a nadie. Se supone que el peor de los malos es el comandante nazi. Aunque tampoco mata a nadie.
Por otro lado, los héroes son los asesinos. Torturan y matan a gran escala. Asesinan con alegría, felices, a veces incluso porque están aburridos. Matan innecesariamente. Pero son los buenos chicos, divertidos y de buen espíritu. Se espera que el público los tome como héroes que hacen el bien por todos nosotros, incluso si puede ser duro, porque así es como se salva el mundo y la civilización.
O tomemos una serie de películas más antiguas, “El Señor de los Anillos” (Peter Jackson, 2001-2003):
- Los orcos son presentados como guerreros temibles.
- Son masacrados masivamente y fácilmente por el Elfo y el Enano, que compiten entre sí para ver quién mata a un mayor número de orcos, riéndose de ello.
- Los orcos son monstruos feos, por lo que merecen ser masacrados sin piedad.
Un público acrítico está dispuesto a que se le diga quiénes son los buenos y quiénes son los malos, incluso si lo que este público está viendo muestra lo contrario. Y este público acepta que todos los medios y la crueldad cruda son correctos si se aplican en las circunstancias adecuadas.
En este contexto, me gustaría señalar algunas líneas de la hasbará o propaganda sionista que son tan contradictorias como las que nos muestran películas como estas, pero que grandes segmentos del público creen en ellas:
Mostrando su desesperación por perder la narrativa, en 2014 una de las formas que Netanyahu utilizó para tratar de imponer su propia versión de la guerra fue criticar el uso de “palestinos telegénicamente muertos”, como si la matanza fuera una invención y como si los palestinos se hicieran matar sólo para quedar bien en la televisión.
“Israel es la primera línea de defensa de la civilización. La barbarie nos conquistará si fracasa”. Por lo tanto, uso de métodos bárbaros por Israel debe ser comprendido y apoyado porque se hace en defensa de todos nosotros.
“El 7 de octubre fue masivo en un país pequeño como Israel, comparativamente muchas veces más grande que el 11 de septiembre para Estados Unidos”. Sin embargo, el genocidio sobre una población pequeña como Gaza no parece ser excesivo para ellos.
“Los israelíes sufren miedo debido a los cohetes y las alarmas”. Sin embargo, los bombardeos masivos en Gaza no parecen ser tan perturbadores para la vida.
“No hay inocentes en Gaza. Todos son terroristas. Todos odian a Israel desde que nacen, así que se merecen lo que están recibiendo”. La base argumentativa racista del genocidio.
La ex primera ministra Golda Meir escribió la famosa frase: “Cuando llegue la paz, tal vez con el tiempo podamos perdonar a los árabes por matar a nuestros hijos, pero nos resultará más difícil perdonarlos por habernos obligado a matar a sus hijos. La paz llegará cuando los árabes amen a sus hijos más de lo que nos odian”. El victimismo aquí es tan descaradamente racista, que llega al extremo de declarar a los palestinos y a todos los árabes como bestias salvajes que disfrutan que sus hijos sean masacrados. Ellos son los culpables de todo.
“Los soldados israelíes se ven obligados a hacer lo que hacen. Y esto les duele demasiado”. Como en las películas de Vietnam: incluso las historias críticas muestran poco de lo que hicieron los soldados estadounidenses y se centran en lo que sufrieron y cómo esto afectó la vida en los Estados Unidos. Esto los convierte en víctimas que necesitan la empatía del público.
El filósofo Paul Virilio ha definido la “logística de la percepción” como una “guerra de imágenes y sonidos” que se desata junto con los conflictos y moldea nuestras actitudes hacia ellos como justas o injustas.
Con la esperanza de controlar los daños y evitar el desastre de relaciones públicas provocado por todas esas imágenes de matanza y destrucción en Gaza, la hasbará intenta impulsar una narrativa para manejar las percepciones públicas de sus acciones contra los palestinos.
Por lo general, quienes están en el poder en Israel y en otros lugares pretenden ser vistos como nobles en sus intenciones y acciones, persiguiendo un propósito moral y ético.
Incluso en el genocidio, incluso cuando los propios soldados israelíes en sus redes digitales muestran al mundo los crímenes que están perpetrando, el asesinato aleatorio, la tortura, el abuso, la destrucción y el saqueo; incluso cuando algunos oficiales y soldados se han disgustado tanto que han expuesto la locura genocida de sus comandantes a la prensa israelí y mundial, Israel insiste en que tienen el ejército más moral del mundo. Y una parte del público lo cree.
Según el historiador y periodista británico Mark Curtis, la gestión de la percepción es la herramienta preferida por los poderosos, que intentan garantizar que sus intereses estén protegidos por informes amistosos.
La gestión de la percepción promueve y normaliza una realidad manipulada.
Las potencias mundiales y regionales utilizan la gestión de la percepción para cegar al público ante su violencia, reducir la percepción de culpa y ocultar su impunidad.
Por ejemplo, la propaganda israelí ha utilizado durante décadas a Hollywood para imponer su narrativa y gestionar la percepción.
El año pasado, cuando el director y el productor del documental The Zone of Silence recibieron su premio Oscar y dijeron que el Holocausto no debería usarse para justificar otro genocidio, fueron atacados por los jefes del establishment, demostrando que todavía tienen el control de la industria y el discurso, incluso si los cuestionan directores, actores y guionistas.
Diferentes investigaciones muestran cómo los medios de comunicación dominantes han silenciado y manipulado la información sobre el genocidio, incluso la sacrosanta BBC.
Pero la hasbará también se apoya en los nuevos medios, lo que se está volviendo más flagrante a medida que Elon Musk atrae a otros magnates de internet hacia la extrema derecha.
El hecho de que hayamos aceptado que las cosas que solíamos hacer en la plaza, el ágora, estén secuestradas por las plataformas sociodigitales, de modo que el debate público ahora se lleva a cabo en propiedades privadas con dueños dispuestos a influir en él, es un enorme problema no solo para la narrativa palestina, sino para la sociedad, la política y la cultura en todo el mundo.
Ahora que Elon Musk está usando su plataforma X y cientos de millones de su dinero de bolsillo para dar forma a las elecciones en los Estados Unidos, Alemania, el Reino Unido y seguramente muchos otros países, necesitamos encontrar formas de proteger y expandir las narrativas de libertad, justicia, igualdad, minorías, género y medio ambiente.
Un gran problema es que las noticias falsas viajan muy lejos y las correcciones veraces lamentablemente mueren rápidamente.
Pero no podemos responder con otras noticias falsas, porque la ética está de nuestro lado y no podemos regalar mentiras a los mentirosos sistémicos, y porque no los necesitamos, si creemos que la verdad está de nuestro lado. La investigación de hechos, la información sobre el terreno y las investigaciones sostenidas, todas con una metodología sólida, son nuestros grandes aliados para enfrentar la desinformación.
Entre los periodistas y los medios independientes, las redes de apoyo serán de gran valor, así como para mejorar nuestras conexiones con nuestro público, que debería ser el pilar principal para la sostenibilidad y el crecimiento.
Unas conexiones más fuertes con la academia, para ayudar a sus miembros a llegar a lo que sucede en el campo y a los periodistas a mejorar el análisis, deberían construir estructuras para resistir, exponer y derrotar la gestión de la percepción israelí.
Pero también es clave crear y expandir audiencias educadas. Es necesario fortalecer al público con capacidades de pensamiento crítico, capaz de distinguir entre invenciones e informes honestos. Este es un objetivo básico para la colaboración entre periodistas independientes, medios de comunicación y la academia.
Para que, por ejemplo, el público pueda detectar y denunciar las manipulaciones tanto en la ficción como en la vida real, exigiendo que no se tergiverse lo bueno, que se comprenda lo feo y que se muestre a los malos como malos si realmente lo son, que se juzgue y condene a los asesinos, que la justicia internacional declare a Israel un Estado genocida y que se acabe con la ocupación, el apartheid, el racismo y el genocidio.
Esto debería ser útil para enfrentar las narrativas israelíes y colonialistas, pero también para todas las mejores causas de la humanidad.
¡Gracias por acompañarme hasta aquí!
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