Israel mata a otra estadounidense, miente... Washington lo compra, como siempre
Israel mata a otra estadounidense, miente... Washington lo compra, como siempre
Estados Unidos castiga a quienes dañan a sus ciudadanos, excepto si es Israel. La ejecución de Ayşenur Ezgi, como la de Abu Akleh en 2022
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Entre los miles de asesinatos con armas de precisión que cometen las fuerzas israelíes, los de mayor resonancia son los que tienen víctimas extranjeras, sobre todo si son nacionales de su mayor aliado, financiador y protector, Estados Unidos.
La diferencia es relevante pero el resultado no cambia: el gobierno israelí justifica el acto con mentiras, Washington expresa su “preocupación” y sus condolencias y solicita revisar y mejorar los procedimientos militares… Y nada pasa, aunque las investigaciones demuestren el engaño y la alevosía.
Esta vez, mataron a sangre fría a una joven de 26 años. Un soldado la puso bajo su mira telescópica a gran distancia, en un momento en el que no pasaba nada y ella, por supuesto, no representaba ningún riesgo para él ni tenía alguna actitud agresiva, y a 200 metros, la ejecutó. Es lo mismo que hicieron en 2022 con Shireen Abu Akleh, una experimentada y conocida periodista de ciudadanía dual estadounidense y palestina, que por años informó a la opinión pública de crímenes que Israel quisiera cometer sin testigos.
Entonces como ahora, Estados Unidos se dice indignado sin actuar como tal. Y deja pasar la ejecución de sus compatriotas.
A sangre fría y con alta precisión
Los activistas israelíes y extranjeros del Movimiento de Solidaridad internacional (ISM, fundado en 2001) tratan de aliviar la presión sobre los palestinos de Cisjordania. Saben que asesinar o herir gravemente a estos últimos se hace cada día y con total impunidad: con Israel, si la víctima es palestina, matar sale gratis y a menudo tiene recompensas.
La táctica del ISM es interponerse cuando los soldados o los colonos armados agreden a palestinos en los caminos, en los campos o incluso dentro de sus hogares, bajo la idea de que la posibilidad de que haya algún tipo de consecuencias porque no son palestinos genere un efecto de disuasión y el ataque se detenga o al menos se modere.
Pero en el último año, desde el 7 de Octubre, este manto de protección ha perdido gran parte de su poder, pues bajo la cobertura de la ofensiva contra Gaza se ha endurecido la campaña de vaciamiento del campo cisjordano para encerrar a los aldeanos palestinos en miserables bolsones urbanos, y robar sus tierras para ampliar las colonias ilegales. Los asesinatos se han multiplicado.
Para Ayşenur Ezgi Eygi, también de nacionalidad estadounidense y además turca, era su primera visita a los teritorios palestinos. Había llegado el martes 3 de septiembre. El miércoles había recibido instrucción en resistencia pacífica en Ramala, sede de la Autoridad Nacional Palestina, y el viernes 6 se dirigió al pueblo de Beita (cerca de la ciudad de Nablús, al norte), donde cada semana se realiza una protesta contra la expansión del asentamiento israelí ilegal de Eviatar. Este es un proyecto de una de las organizaciones de colonos más extremistas, cuya líder, Daniella Weiss, sostiene abiertamente posiciones favorables al apartheid, la limpieza étnica y el genocidio contra los palestinos, como contamos en Mundo Abierto.
Todavía insegura ante el escenario en el que se aventuraba, Ayşenur y una voluntaria australiana identificada como Helen, resolvieron ser precavidas, contó esta última: "Ambas habíamos decidido que no queríamos estar cerca de ninguna acción en absoluto".
Y no lo estuvieron: cuando Ayşenur recibió un disparo en la cabeza, había pasado más de media hora desde que se habían producido confrontaciones entre manifestantes palestinos desarmados y los militares, y 20 minutos desde que los protestantes se habían alejado del lugar.
En octubre pasado, grabé este video en el sitio donde mataron a la periodista Abu Akleh, el 11 de mayo de 2022, en el campo de refugiados de Jenin, a unos 50 kilómetros de Beita. Fue igual: ella y otros reporteros, debidamente identificados con chalecos azules y cascos de prensa, se encontraban en una posición tranquila, en donde no habían ni habían habido disturbios, cuando también recibió un tiro en la cabeza. A larga distancia pero de alta precisión: debajo de la oreja, justo donde terminaba el casco.
Uno de sus colegas fue herido en la espalda pero sobrevivió.
“No hace falta investigar”
En ambos casos, como en tantos otros, el ejército israelí se explicó con mentiras.
Sobre Ayşenur, dijó que le habían disparado por error, pues el objetivo era un “instigador central” que actuaba cerca de ella, “durante una reunión violenta de decenas de sospechosos palestinos que quemaron neumáticos y arrojaron piedras a las fuerzas (israelíes)”
Pero el periódico The Washington Post realizó una investigación propia, con base entrevistas a testigos y videograbaciones del momento, con la que comprobó que la joven no se encontraba próxima a algún enfrentamiento y que los activistas palestinos, de hecho, se encontraban del lado opuesto a Ayşenur en relación con las fuerzas israelíes, como se muestra en esta gráfica del diario.
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Sobre Shireen Abu Akleh el ejército inventó que el equipo de periodistas se encontraba en medio de un tiroteo, que no llevaban vestimenta indicativa y que ella había muerto por el disparo de un “pistolero palestino”.
Pronto fue desmentido. Primero por el diario israelí Haaretz, que documentó que el punto se hallaba en calma y citó a un oficial militar que reconoció que “un soldado israelí abrió fuego a unos 190 metros de Shireen Abu Akleh, y que estaba sentado en un jeep armado con un rifle con lente telescópica”. Se acumularon investigaciones periodísticas (de The Wall Street Journal, CNN, The New York Times, Bellingcat…) que confirmaron que no había pistoleros palestinos en las cercanías, que numerosos disparos vinieron de las fuerzas israelíes y que los reporteros estaban debidamente identificados.
Una indagatoria de la ONU llegó a la misma conclusión y llamó a Israel a abrir una pesquisa militar. Pero Tel Aviv lo rechazó porque "los fiscales militares no encontraron ninguna violación que requiera abrir una investigación penal”.
Indignado pero tranquilo
Pese a que acostumbra ser amenazante cuando advierte sobre daños contra sus ciudadanos y sus propiedades, y promete represalias graves, Estados Unidos no los defiende por igual cuando el asesino es Israel.
En 2022, la embajada estadounidense en Israel declaró: "Estamos profundamente entristecidos por la pérdida de la periodista estadounidense-palestina Shireen Abu Akleh y ofrecemos nuestras condolencias a su familia, colegas y amigos”.
En 2024 Joe Biden dijo que Israel debe hacer más para evitar incidentes como el asesinato a tiros de “una manifestante estadounidense” (Ayşenur) en Cisjordania, calificando su muerte de “totalmente inaceptable” y diciéndose “indignado y profundamente entristecido”.
Hasta ahí llegará su cabreo.
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